Sobre este libro y Primo Levi
Primo Levi era ateo, también judío, sin embargo, esto último le era una carga.
Por su ateísmo y debido a que fue sobreviviente de Auschwitz compré y leí este libro que es el resultado de una conversación entre él y un amigo suyo, Fernando Camón, periodista italiano.
El libro en apenas una hoja (incluso menos) trata el tema de Dios y el campo de exterminio, tema que debería haber sido tratado con mayor diligencia, pienso, el título lo decía ¿no? Pero no fue así. Lo que si hubo fue una breve reflexión filosófica agnóstica en lugar de una argumentación categóricamente atea, y aquí me detengo por un breve segundo, Levi no era agnóstico, su padre lo era, el era ateo.
«Auschwitz existe, de modo que Dios no puede existir. Si Dios existiera, Auschwitz no debería haber existido, pero como existe Auschwitz, es imposible que Dios exista».
Quizá con esto, Primo Levi quiso contrastar una de las cinco vías tomistas que demuestran la existencia de Dios, como la via causalitatis (camino de la causalidad), apología teológica medieval que enseña que es posible validar la existencia de Dios observando las cosas buenas que ha hecho y que han sido causadas por Él, pero no es posible saber si Levi estaba pensando en esto.
El ateísmo teórico da por hecho la No existencia de Dios y es terminante en su punto. La Teología Sistemática de Louis Berkhof, teólogo reformado del siglo XIX, a quien cito, divide a los ateos en tres clases o tipos: los capciosos, los dogmáticos y los escépticos.
«Debo decir que la experiencia de Auschwitz fue de tal calibre para mí que arrasó con cualquier resto de educación religiosa que pudiera tener. Auschwitz existe, de modo que Dios no puede existir. No encuentro solución al dilema. La busco, pero no la encuentro».
Al leer esta última parte; «No encuentro solución al dilema. La busco, pero no la encuentro», no es característico de un ateo teórico, sino de una persona que se encuentra en una constante lucha y contradicción por conocer la verdad. Me cuesta identificar a Levi con esta cita.
Con esto no pretendo decir que Primo Levi no haya sido ateo, porque lo era, como tampoco desmentir o subestimar su experiencia en Auschwitz, que sin lugar a dudas fue trágica, a pesar de esto, no estaba interesado en hacer proselitismo como sí lo estaba en dar a conocer los hechos tal cual ocurrieron, sin resentimiento ni odio, ni como juez, sino como escritor sobreviviente y uno de los más importantes.
Sinceramente es el nombre del título, no su contenido lo que encuentro deshonesto, ya que presupone un asunto que el libro debió haber tratado, pero que jamás hace y un supuesto que el autor no expone.
Respecto al título, no estoy de acuerdo, porque se crea o no, se acepte o no, Dios sí estuvo en Auschwitz.
- Tormentas sobre los inocentes - 23 de abril de 2025
- Entre dos mundos a un barco de distancia - 9 de abril de 2025
- El bebé de Rosemary - 4 de abril de 2025